La asociación Al-Andalus de jinetes de equitación de trabajo tiene sus raíces una fría y nublada mañana de enero de 2015. El desangelado amanecer ecijano no podía prever que ese día, con la plaza de toros de Écija como escenario y el intenso frío como testigo, varios jinetes ayudarían a traer al mundo el embrión de esta Asociación.
Fecundado por una inmensa afición al caballo, un grupo de personas hicieron de padrinos al nacimiento del que se ha venido en llamar “Espíritu de Écija” en honor a su lugar de nacimiento. Aquel 17 de enero se organizó el primer concurso completo de Equitación de Trabajo en España. Y una serie de jinetes, jueces y público pudieron asistir a un sentimiento de Hermandad cuyo lema, “sumando”, deja muy a las claras el discurrir de este espíritu.
Trabajando, sumando cada uno de los integrantes de ese grupo, se quiso englobar a todos los practicantes de esta nueva y bella modalidad bajo el amparo de una Asociación que cuidase de la Equitación de Trabajo y velara por los intereses de los jinetes. De ahí el nombre de la misma, pues son los jinetes quienes deben tener el impulso de cualquier disciplina y deberían ser el centro alrededor del cual gravite el mundo del caballo.
Por ello estamos ante una asociación de jinetes de Equitación de Trabajo, nacida al amparo del “Espíritu de Écija” y con el lema “sumando” por bandera. Una asociación que pretende dotar al jinete del protagonismo que se merece en esta naciente disciplina en España. Que tenga en cuenta que el motor del mundo hípico es el binomio y es éste quien debe ostentar el protagonismo, que no olvide que aquí estamos para aportar lo que sea en pro de la Equitación de Trabajo.
Porque sólo el jinete sabe darle al caballo su sitio, al igual que éste pone en su sitio al primero. Y ambos, en conjunción, elevan la equitación a la categoría de arte.